Otros datos: Francisco de Robles fue mercader de libros, “Librero del Rey nuestro Señor”. Es hijo de Blas de Robles, heredero del más antiguo y famoso mercader de libros de Madrid, Juan de Medina, que ya dejó a su muerte una fortuna fabulosa para la época, y de María López o de Ávila, hija, a su vez, Francisco López, también próspero comerciante del sector, de quien procede el grueso de los bienes que poseyó, incrementados por la gestión de su padre. María de Ávila, quien debió de continuar con el negocio a la muerte de su marido Blas, según consta en los pies de imprenta de alrededor de 40 libros impresos entre 1593 y 1610, fechas en las que ejerció como mercadera de libros y editora acompañada desde el principio por su hijo Francisco, tal y como indican los colofones. A la muerte de Blas en 1596, recibió junto a sus hermanos, Juan, Agustino, y María Magdalena de la Paz, un caudal importante acrecentado unos años después, en 1607, a la muerte de su primera esposa, Ana Vallejo. Francisco de Robles es célebre por poner en venta en su establecimiento en Madrid, cerca de la puerta de Guadalajara, la edición príncipe de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (comienzos de 1605) y, en 1613, las Novelas ejemplares, de Cervantes. Los datos de que se dispone sobre su vida se antojan insuficientes, inconexos y, en buena medida, confusos, no sólo, pero también por su homonimia con el librero hijo de Sebastián de Robles y con un conocido fundidor de tipos.
