Abū Yūsuf Ya´qūb ibn Isḥāq al-Kindī (en árabe, أبو يوسف يعقوب بن إسحاق الكندي‎) (Kufa, actual Irak, 801 - Bagdad, 873) fue un matemático y astrólogo árabe musulmán. Su padre era gobernador de Kufa, por lo que le fue fácil relacionarse con la corte abasí, al grado que llegó a ser preceptor de un hijo del califa Al Mu'tasim (m. 227h. / 842 n. e.). Al-Kindi trabajó en filosofía, astrología, astronomía, cosmología, química, lógica, matemática, música, medicina, física, psicología y meteorología. Hombre profundamente religioso, fue de los primeros que hicieron traducir al árabe la obra de Aristóteles, de quien recibió una profunda influencia al formular su propia obra filosófica. Este proceso de traducción, que podía proceder directamente del griego, también se realizaba por mediación de las traducciones ya existentes del griego al siríaco. El vocabulario gestado por los traductores siríacos fue en ocasiones arabizado y ayudó a conformar el primer vocabulario filosófico árabe que encontramos en la obra de Al Kindí.​ Además del influjo aristotélico, fue muy importante el uso de la obra conocida como Teología de Aristóteles, que al parecer era una selección o paráfrasis de algunas Enéadas de Plotino,​ aunque también se ha propuesto la tesis de que es la traducción de los apuntes que Amelio habría hecho durante las clases de Plotino en Roma.​ A su cultura filosófica se unía un profundo conocimiento de las matemáticas, la medicina, la geometría y otras disciplinas científicas. Ello, unido a su defensa del libre albedrío entre sus coetáneos, le llevó a considerar la necesidad de crear una doctrina filosófica capaz de agrupar los distintos conocimientos humanos. La Europa medieval solo conoció una muy pequeña parte de esta inmensa obra. Pero en cambio uno de sus escritos ha llegado a tener una importancia especial por tratar un tema que tuvo mucha repercusión en Europa: el problema del entendimiento. Sin embargo, dentro del pensamiento filosófico árabo-islámico, su importancia trasciende el lugar que el medievo latino le asignó. Con él asistimos a la fundación de un tópico fundamental de este pensamiento al hacer tema de reflexión las relaciones entre religión y filosofía, que para él se traduce en desentrañar el vínculo que hay entre el conocimiento propiamente filosófico y el profético. El primero se realiza después de una larga investigación, el segundo llega de golpe, sin ninguna investigación, pero mientras que el primero lo adquirimos a través de nuestra actividad intelectual que activa el razonamiento lógico, la segunda aparece por acción de Dios sobre los profetas.​ Sólo en este contexto es comprensible el tratamiento del problema del intelecto y el alma intelectual, puesto que de trasfondo está el intento de Al-Kindi de comprender cómo es posible la revelación profética.

Kindī, Yaʻqūb b. Isḥāq Al-

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Lengua: Árabe