Nota:

El origen de la “Casa Rodríguez” está en el establecimiento en Toledo en 1878 del fotógrafo Higinio Ros, natural de Caspe (Zaragoza). Fijó su residencia en las cercanías de la iglesia de San Lucas, en una zona poco comercial, por lo que instaló su tienda primero en la Cuesta de Belén y luego en la calle Comercio, muy cerca del estudio del que pasa por ser el pionero de la fotografía toledana, Casiano Alguacil. Veinte años después, traspasó su negocio a su sobrino, Eugenio Rodríguez Toledo, y moriría en 1927. Eugenio Rodríguez consiguió asentar el negocio, combinando la tradicional actividad de retratista con la de periodista gráfico, de forma que todavía hoy encontramos imágenes publicadas en los periódicos de la época cuyos originales se han perdido. Murió en 1938, dejando el negocio a sus tres hijos: Pablo, Luis y José Rodríguez Dorado. Toda la fam ilia se había significado al fotografiar la declaración del estado de guerra en 1936, de forma que, tras fracasar la sublevación en la ciudad e iniciarse el asedio del Alcázar, fueron detenidos; providencialmente, fueron puestos en libertad y se trasladaron a Ugena, su lugar de nacimiento, hasta la entrada en Toledo de las tropas franquistas. Con el nuevo régimen, el negocio conoció su época de mayor prosperidad, pero a partir de los años 50 inició su decadencia, motivada fundamentalmente por falta de adaptación a las nuevas técnicas fotográficas. La inclusión en el negocio del hijo de Luis, Luis Rodríguez Garrido “Luisito”, significó una cierta renovación en este sentido, pero en los años 60 el desfase tecnológico era evidente, y la Casa Rodríguez entró en decadencia. José Rodríguez murió en 1973 y su hermano Pablo en 1975. Finalmente, en diciembre de 1984, Luis Rodríguez finiquitó su negocio, muriendo pocos meses después.